Tratamientos faciales

Mesoterapia con micropunción. Envejecimiento cutáneo. Lifting cervicofacial. Blefaroplastia. Lifting frontal endoscópico. Rinoplastia. Botox. Peeling. Relleno de surcos y arrugas.

Lifting Frontal Endoscópico

El lifting frontal tradicional es la intervención utilizada para elevar la altura de las cejas que han ido descendiendo con el tiempo, y para atenuar las arrugas tanto frontales como glabelares.

El lifting frontal tradicional obligaba a realizar una incisión coronal, de oreja a oreja, para estirar la piel de la frente y cejas y extirpar el exceso relativo después. Dicha incisión aumentaba la magnitud de la cirugía, y por si fuera poco, en ocasiones producía alopecia (pérdida de pelo) en la línea de la incisión, que aunque fuera sólo temporal, causaba gran perjuicio estético hasta que el crecimiento normal del pelo se reconstituía.

La mejor comprensión de las causas de las arrugas frontales y glabelares, así como del descenso de las cejas, ha permitido diseñar el lifting endoscópico frontal, mediante el cual, con anestesia local y sedación, y el uso de incisiones limitadas confinadas en el cuero cabelludo (y que no presentan las dificultades de cicatrización que presentaba el lifting tradicional) permite tratar la zona del tercio superior de la cara.

Con el envejecimiento gravitacional del tercio superior, las cejas van poco a poco cayendo, y adquiriendo una posición más inferior con respecto al ojo. Esta caída se llama ptosis de las cejas, y tiene dos efectos principales: al caer, “arruga” la piel del párpado superior, que aparenta así tener un exceso cutáneo que no es real, pues se corrige elevando las cejas. En estos casos, de realizar una blefaroplastia tradicional y extirpar esa piel que parece que sobra, no podremos secundariamente elevar las cejas. El segundo efecto sucede cuando el músculo frontal, cuya función normal es elevar las cejas, tanto con la mímica como en reposo, se contrae para mantener las cejas en su sitio. Esta contractura se hace crónica, y es la que, aunque consiga mantener la altura de las cejas, produce arrugas frontales transversales. En ocasiones ptosis de cejas y arrugas frontales coexisten, pero cuando el músculo consigue mantener la altura de las cejas, la ptosis de estas se llama ptosis compensada.

Junto con esta hiperactividad del músculo frontal, se puede producir hiperactividad en otros músculos, que producen otras arrugas secundarias: la hiperactividad de los corrugadotes produce arrugas glabelares, y la del orbicular produce las patas de gallo.

Con el lifting frontal endoscópico elevamos las cejas utilizando la fuerza del músculo frontal. Mediante el uso de disectores especiales así como de un endoscópico, y con las incisiones mencionadas anteriormente, llegamos hasta justo debajo de las cejas. Ahí, estas tienen un duro anclaje mediado por el periostio. Endoscopicamente seccionamos este periostio que las ancla, y permitimos que el músculo frontal realice su función, elevando las cejas sin problema, y secundariamente perdiendo sus arrugas transversales, pues no necesita contracturarse crónicamente. Mediante esta técnica podemos resecar parte o la totalidad de los músculos corrugadotes, para atenuar las arrugas glabelares.

Una vez realizado, los efectos del lifting endoscópico frontal son duraderos y muy efectivos, elevando las cejas hasta su posición natural, despejando la órbita, y en ocasiones llegando incluso a hacer que una blefaroplastia superior no sea necesaria. El plano de disección subperióstico produce edema en el postoperatorio, que es notorio durante las primeras 2 o 3 semanas.