Hemos visto como existen casos en los que a nivel del abdomen se hace necesaria una extirpación de piel y grasa, y no solo una simple liposucción.

Aunque es menos frecuente, esta situación puede a su vez encontrarse a nivel de los muslos. Además de existir acumulas de grasa, hay casos en los que el hallazgo predominante es el de exceso cutáneo.

Este exceso de piel podemos apreciarlo en mayor medida en la cara interna de los muslos, en la cara anterior, y en ocasiones también en la posterior.

Si realizáramos una liposucción en los acumulas grasos, nos encontraríamos con un exceso de piel aumentado, y el resultado no seria bueno. Para estas ocasiones podemos extirpar el exceso de piel justo de la misma forma que hacíamos en la abdominoplastia.

Mediante una incisión en la raíz del muslo, tensamos la piel del mismo, y extirpamos la cantidad de piel y grasa sobrantes. Esta cirugía puede ser a nivel de la cara interna del muslo, con la cicatriz resultante situada en el punto más alto de la misma, en la cara anterior, con la cicatriz a nivel del pliegue inguinal, o en la cara posterior, con la cicatriz situada en el pliegue glúteo. Además, la técnica se puede realizar en los tres niveles a la vez.