La pregunta del millón: ¿Qué crema debo usar?

Antes de nada os pongo en antecedentes, durante quince años he estado recomendado cremas a cientos de pacientes por varias razones:

-La primera que muchos laboratorios nos visitan y nos presentan sus productos, con lo cual estoy al tanto de de lo que hay en el mercado.

-La segunda por la confianza que tenéis en mi. Muchas no sabéis que cremas usar y acudis a mi para que os oriente.

-La tercera porque cuando la piel se somete a tratamientos médico estéticos suele necesitar un cambio de rutina domiciliaria, tanto antes como después del tratamiento.

Por eso después de mucho probar e investigar hemos encontrado la línea de cremas faciales tratantes idóneas para nuestras pacientes porque cumplen “mis tres reglas imprescindibles”:

-Cremas basadas en principios activos  farmacológicos: esto significa que están dados de alta en farmacia y probados científicamente.

-Que tenga una linea idónea para cada piel: pieles sensibles( rosácea, cuperosis, atópicas…), pieles maduras pre y post menopáusica, pieles maduras grasas y/o mixtas..

-Que tenga un precio medio(50-70€), que no supere los 100e. Hay cremas carísimas que a todos nos encantan, yo no digo que no debamos comprarlas, pero sí que es cierto que podemos obtener iguales resultados( o mejores dependiendo del caso) sin necesidad de gastar tanto dinero.

Y ahora voy al tema, hay tres ingredientes probados científicamente y que no tenemos duda que funcionan:

Alfa hidroxiácidos

-Retinol

-Antioxidantes

Poco a poco os iré contando porqué y  cómo funcionan, cuándo y a quién indicarlos. Pero sobre todo hay tener en cuanta que la base de una buena elección es el diagnostico. Y que además no siempre debemos usar la misma crema, según el momento del año, las circunstancias vitales( momentos de bajón emocional afectan directamente al estado de nuestra piel…), las expectativas o preocupaciones que tenemos( manchas, poro abierto, arrugas incipientes…) usaremos una u otra crema.

Hoy os voy a hablar de los ALPHA HIDROXIÁCIDOS, presentes en varias cremas y limpiadores de Natinuel, y sobre todo en una de mis favoritas, la línea Bio.

Los alfa-hidroxiácidos (AHA’s) son ácidos orgánicos muy eficaces para mejorar la textura y la calidad de la piel. También se conocen como ácidos frutales, ya que se extraen de diversas plantas, frutas y alimentos. Sus beneficios son conocidos desde la antigüedad, pues Cleopatra ya se bañaba en leche agria por la suavidad que le proporcionaba a la piel el ácido láctico, y las damas de la corte francesa utilizaban el vino añejo para la piel del rostro por su alto contenido en ácido tartárico. Pero los alfa-hidroxiácidos supusieron una verdadera revolución dentro de la cosmética dermatológica cuando se descubrió su mecanismo de acción en los años 70 y se probó de forma clínica su eficacia terapéutica en patologías que cursan con hiperqueratosis (engrosamiento anómalo de la capa córnea de la piel), así como en el tratamiento del fotoenvejecimiento.

Pero en general, podemos decir que los AHA’s tienen en común las siguientes propiedades:

  • Exfoliantes

Consiguen adelgazar o normalizar el grosor y la función de la capa córnea de la piel (la más externa), al disminuir las uniones entre sus células (corneocitos o células muertas). Esto hace que las células muertas se desprendan solas de forma uniforme, y por tanto la piel adquiere un aspecto más suave, liso y uniforme. Además de que aportan luminosidad, y reducen notablemente las pequeñas arrugas y manchas propias del envejecimiento cronológico de la piel (por la edad), y del fotoenvejecimiento (producido por la exposición solar).

  • Renovadoras

Los AHA’s renuevan el aspecto de la piel al exfoliarla, y aumentan el grosor de la dermis y de la epidermis, ya que favorecen la formación de colágeno de tipo I y II al aumentar la actividad del fibroblasto, proporcionando turgencia y flexibilidad a la piel.

  • Potenciadoras

Debido a su capacidad de disminuir las uniones entre los corneocitos (células muertas), facilitan que los principios activos o ingredientes que se apliquen junto con los AHA’s penetren mejor y más profundamente.

  • Hidratantes

La utilización regular de productos con AHA’s disminuye la pérdida de agua en la epidermis o deshidratación. Y además, algunos alfa-hidroxiácidos como el ácido lactobiónico o el ácido láctico, poseen una alta capacidad hidratante por su capacidad de captar agua.

Los Alfa-hidroxiácidos son recomendados habitualmente para:

  • Tratar el fotoenvejecimiento cutáneo, (tanto en pieles secas, como en mixtas o grasas), ya que consiguen atenuar las arrugas más superficiales y las “manchas” de la piel, unificando el tono y mejorando su textura.
  • El tratamiento de las pieles grasas y acnéicas, o que presentan cicatrices de acné, ya que normalizan la secreción sebácea, desbloquean el folículo pilo-sebáceo, y suavizan las irregularidades cutáneas (marcas o cicatrices residuales del acné), homogeneizando la textura y el tono de la piel.
  • Beneficiarse de su actividad potenciadora, ya que si se combinan con otros principios activos, mejoran su penetración, y por tanto, su eficacia.
  • Preparar la piel antes de someterse a un tratamiento dermatológico como puede ser un peeling químico o un tratamiento con láser.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Existen varios tipos de AHA’s (Alpha Hydroxy Acid), y dependiendo de los radicales que posea su estructura se obtienen los diferentes AHA’s. Los más conocidos son:

Ácido Glicólico:

Proviene de la caña de azúcar. Es el AHA que tiene la estructura química más simple, por lo que es el de menor tamaño molecular y por tanto el que penetra con más facilidad y rapidez en la piel, (por eso puede causar un poquito de picor o irritación tras su aplicación, pero desaparecerá en pocos minutos). Posee una gran capacidad de renovación celular, ya que aplicado tópicamente ayuda a reducir (normalizar) el grosor de la epidermis (capa córnea), alisando la piel y aportándole suavidad, reduciendo la profundidad de las arrugas de expresión, y unificando el tono. También actúa reduciendo la secreción sebácea, favoreciendo la formación de colágeno y glicosaminoglicanos, y proporcionando una profunda hidratación a la piel por su capacidad higroscópica (de captar agua). La aplicación tópica de este alfa-hidroxiácido además, favorecerá mucho la penetración de otros principios activos, ya que es el más efectivo en cuanto a la actividad exfoliante.

Ácido Mandélico:

Se extrae de las almendras amargas y no es fotosesibilizante porque no  absorbe la radiación UV , ya que no poseen grupos cromóforos (que absorban radiación UV) en su estructura. Tiene un peso molecular mayor que otros AHA, lo que permite que la penetración en la epidermis sea mucho más lenta.

 

Ácido Láctico:

Proviene de la leche agria. Se produce a partir del proceso de fermentación y tiene propiedades altamente hidratantes, renovadoras e iluminadoras.

Ácido Cítrico

Lo podemos encontrar de forma natural y en altas concentraciones en muchas frutas conocidas, y sobre todo en los cítricos (limones, naranjas, mandarinas, pomelos, limas…) Tiene capacidad aclarante de las hiperpigmentaciones (manchas) cutáneas, por lo que unifica el tono y aporta mucha luminosidad a la piel.

Ácido Málico:

Proviene de las manzanas, especialmente de las más verdes y ácidas. Acelera el metabolismo cutáneo.

Ácido Glicólico:

Lo encontramos principalmente en la uva. Ayuda a aclarar la piel.

Beta-hidroxiácidos

  • Ácido salicílico

El ácido salicílico es un beta-hidroxiácido, ya que su grupo carboxilo está en posición beta en vez de en alfa.

A diferencia de los alfa-hidroxiácidos, los beta-hidroxiácidos son lipo-solubles (solubles en aceite), y esto le otorga al ácido salicílico la capacidad de penetrar mejor en las zonas más seborreicas y oleosas de la piel, y por consiguiente, en los folículos pilo-sebáceos, haciendo que actúe mejor sobre las impurezas típicas de la piel grasa con tendencia acnéica.

Se considera uno de los mejores principios activos para el tratamiento de estas pieles y de sus impurezas.

Poli-alfa-hidroxiácidos

Se desarrollaron a mediados de la década de los 90 para el cuidado de las pieles sensibles, hiperreactivas e intolerantes. Tienen una gran capacidad de retener agua en su estructura molecular (efecto hidratante).
El más representativo es:

  • La Gluconolactona

Forma parte de una generación de AHA’s desarrollada como alternativa a las pieles más sensibles. Es la lactona del ácido Glucónico (componente natural de nuestra piel). La forma de lactona permite una absorción muy suave, y una vez que ha penetrado en la piel se transforma en ácido Glucónico (que es la forma activa con estructura de AHA’s). Es por tanto un hidroxiácido muy bien tolerado, con un potente efecto antioxidante, hidratante y suavizante, además de exfoliante suave (potenciador), renovador y estimulante de los componentes dérmicos.

Poli-hidroxiácidos biónicos

Son ultra-hidratantes, muy antioxidantes y nada irritantes.

  • Ácido lactobiónico

Se obtiene a partir de la oxidación de la lactosa, tiene una potente acción ultra-hidratante (por su capacidad de absorber agua), y gran acción antioxidante que combate eficazmente los radicales libres. También estimula la renovación natural de las células de la piel, aportando un aspecto más luminoso y un tacto más suave.

  • Ácido maltobiónico

Es un nuevo poli-hidroxiácido biónico. Es una molécula derivada de la maltosa de la cebada, ya que resulta de su oxidación. Gracias a su estructura química, posee un gran efecto humectante, ultra-hidratante y muy antioxidante.

Bueno espero no haberos aburrido mucho con esta explicación, las que me conocéis sabéis que puedes estar horas hablando sin parar de cosmética 😉

En cualquier caso sabéis que me tenis a vuestra disposición para resolver dudas o aconsejaros sobre el mejor cuidado para vuestra piel. Podéis escribirme o llamarme:

Mail: Marta@drvaldes.es

Telf y whasapp: 697491309.

 

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